Querido Amigo:
En el último año, hemos recibido muchas consultas sobre cómo invertir en empresas sostenibles. No fue hasta que el tema ESG (Environment, Social, Governance) se convirtió en una palabra clave popular en los medios de comunicación que los inversores empezaron a correlacionar la sostenibilidad, la responsabilidad social y el gobierno corporativo con los resultados económicos. Por ejemplo, el índice S&P Global Clean Energy no ha tenido un buen rendimiento desde hace mucho tiempo hasta el año pasado. Creemos que el renovado interés de los inversores por la inversión sostenible ha contribuido al reciente repunte de los resultados.
En Noesis, invertimos a largo plazo, y creemos que sólo las empresas de alta calidad pueden resistir los desafíos internos o externos durante un largo período. Sin embargo, el rendimiento ESG de una empresa no puede determinarse simplemente por las puntuaciones auto declaradas por las empresas, ni puede validarse mediante métricas de calificación subjetivas de terceros. Adoptamos una visión holística de los esfuerzos de las empresas y los comparamos con sus comparables cercanos.
En primer lugar, en el pilar «Medio ambiente«, queremos introducir un concepto más amplio: «Economía circular». Con esta intelección, examinamos todo el proceso, no sólo los recursos de entrada y los productos finales de los que más se habla. Una economía circular emplea la reutilización, el intercambio y el reciclaje para crear un sistema de circuito cerrado que minimiza los insumos y sus residuos, la contaminación y las emisiones de carbono. El objetivo de este enfoque es mantener las cosas en uso durante más tiempo, mejorando así la productividad de los recursos. Además, los materiales de desecho y la energía se convertirán en insumos para otros procesos. Por lo tanto, las empresas que consumen recursos pueden neutralizar su huella de carbono creando una economía circular interna o externa. No es de extrañar que MSCI otorgue la misma puntuación al fabricante de coches eléctricos Tesla y a la petrolera Royal Dutch Shell en materia de ESG, justo por encima de la mitad de la calificación. La opinión popular podría pensar lo contrario, ya que Tesla fabrica coches limpios y Shell produce petróleo. Pero los coches de Tesla son grandes y pesados y a menudo funcionan con electricidad producida por la quema de carbón. Al mismo tiempo, Shell ha establecido un plan para alcanzar el carbono neto cero en 2050 y obtiene una puntuación más alta en materia social y de gobernanza que el fabricante de vehículos eléctricos (VE).
El segundo pilar es la puntuación social, que evalúa principalmente la relación con las partes interesadas, especialmente con sus empleados y proveedores. También se podría incluir la caridad y la contribución a la comunidad, así como la diversidad de género y raza. Por ejemplo, si una empresa proporcionó a sus empleados el equipo de protección personal necesario durante la pandemia, y si protegío los ingresos del personal con salarios bajos. La idea es que la productividad está ligada a la felicidad y seguridad del trabajo y a la equidad con otras partes interesadas. La diversidad mejora la capacidad de una empresa para atraer y retener el talento, y las aportaciones más diversas permiten tener diferentes perspectivas y conducen a mejores decisiones. En 2017, la investigación de MSCI y Thomson Reuters mostró un mejor crecimiento de la productividad cuando se incorporaron más mujeres a los consejos de administración de las empresas, incluso para aquellas que no tenían un programa sofisticado de gestión del talento.
Noesis es un excelente ejemplo de aprovechamiento de la diversidad. Nuestros empleados proceden de cuatro continentes diferentes, ocho países distintos y hablan más de seis idiomas con fluidez. Gracias a esta diversidad, podemos atender a clientes de más de treinta países; y lo que es más importante, dicha diversidad nos permite realizar estudios de inversión con un conocimiento más localizado en los mercados mundiales. Más de la mitad de nuestra plantilla son mujeres, y se encargan de todas las funciones, como el análisis, la gestión de carteras, las reuniones con clientes y potenciales clientes, y las operaciones.
Antes de que el término ESG se pusiera de moda, ya aplicábamos el gobierno corporativo, el tercer pilar de ESG, para filtrar las ideas de inversión. La gobernanza es también un elemento constante que supervisamos durante todo el periodo de tenencia y reevaluamos anualmente durante las votaciones. Un sistema de gobierno corporativo bien definido puede alinear los intereses entre las partes interesadas y funcionar como una herramienta para apoyar la estrategia a largo plazo de una empresa. Cuando delegamos nuestro voto en las juntas anuales de accionistas, comprobamos la estructura del consejo, la independencia de los comités de auditoría, compensación y nombramiento, así como los derechos de los accionistas, incluidos los requisitos de voto para las juntas extraordinarias. Además, nos fijamos en las demás actividades de los miembros del consejo de administración y analizamos la remuneración de los ejecutivos en comparación con sus principales homólogos del sector. También nos preocupamos por el uso de donaciones políticas y la labor de los grupos de presión (lobbies). La historia de Enron en 2001 es el mejor ejemplo de cómo un mal gobierno y un control interno inadecuado acabaron por llevar a la empresa al fracaso.
La revista Barron’s lleva realizando una lista de las 100 principales empresas sostenibles de Estados Unidos desde 2016, y estas empresas obtuvieron mejores resultados que el mercado en general en promedio durante los últimos años. La lista comenzó con las 1.000 mayores empresas que cotizan en bolsa por valor de mercado, clasificadas cada una de ellas según su rendimiento en cinco grupos clave: accionistas, empleados, clientes, comunidad y planeta. En concreto, se evaluaron más de 230 indicadores de rendimiento ESG, como la diversidad en el lugar de trabajo, la seguridad de los datos y las emisiones de gases de efecto invernadero. Este año, dos de los tres primeros nombres de la lista son participaciones fundamentales para Noesis y nuestros clientes, Agilent y Ecolab. En total, hay seis de nuestros valores en la lista, y las otras son Nike, Lowe’s, PepsiCo y NextEra.
El número 2 del ranking, Agilent, fabrica instrumentos y software de laboratorio. Ha estado en la lista de Barron’s durante los últimos tres años. Sorprendentemente, el laboratorio medio consume más energía por metro cuadrado que un hospital y un edificio de oficinas. El siguiente gráfico muestra el ahorro energético estimado por la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. si el consumo de energía del laboratorio se reducía en un 30%. Agilent pudo ayudar a sus clientes a reducir su huella de carbono suministrando instrumentos que utilizan menos energía, menos disolventes químicos y un embalaje mínimo. Como miembro crítico en la cadena de suministro para las pruebas COVID y el desarrollo de vacunas, Agilent estaba decidido a funcionar al máximo de su capacidad para apoyar a la industria al tiempo que se ocupaba de las prestaciones y la seguridad de los empleados durante la pandemia. No sólo garantizaron los puestos de trabajo y protegieron el salario base, sino que también utilizaron impresoras 3D para fabricar protectores faciales para los proveedores de atención sanitaria locales y fabricaron mascarillas y desinfectantes para las manos. Como resultado, Agilent ganó cuota de mercado y aumentó su rentabilidad en 2020. Agilent también aumentó su uso de la energía solar en 2020 al comprar una empresa con su propio parque solar.
La siguiente historia es sobre Nutrien, una de las principales empresas agrícolas del mundo. Nutrien es reputada por sus políticas de gobierno corporativo y la transparencia de la información financiera. Nutrien ofrece un programa integral de carbono, proporcionando apoyo de principio a fin a los agricultores para mejorar el rendimiento de la sostenibilidad y aumentar la rentabilidad. A través de la tecnología de agricultura de precisión de Nutrien, los clientes reciben una solución para todo el terreno con recomendaciones de prácticas sostenibles y una receta personalizada de insumos para reducir la pérdida de nutrientes, proteger los suelos y mejorar el uso del agua y la energía. Nutrien también proporciona a los cultivadores variedades de semillas resistentes a las sequías y a las enfermedades para que puedan utilizar menos agua y productos de control de plagas. Los cultivadores reciben más ayuda de Nutrien para recoger datos de carbono y otros datos de sostenibilidad de forma fiable en los campos. Al final de la temporada, Nutrien y otros compradores de carbono verifican los resultados de carbono y compran el crédito a los cultivadores. A través de este proceso integrado año tras año, el programa de Nutrien recompensa a los agricultores por adoptar prácticas sostenibles y establecer la industria agrícola como líder en la acción climática.
Ecolab, que ocupa el tercer lugar en la lista de sostenibilidad de Barron’s, suministra productos y servicios de tratamiento de agua, limpieza y desinfección a diversas industrias. La empresa ha ayudado a sus clientes a ahorrar miles de millones de litros de agua y los costes de calefacción asociados y les ha ayudado a crear objetivos específicos de impacto medioambiental. Por ejemplo, ayudó a Microsoft a reconfigurar cinco centros de datos para que fueran neutros en cuanto a agua potable y CO2. Está pasando a utilizar vehículos eléctricos para su gran flota de automóviles. Al comienzo de la pandemia, Ecolab aumentó su capacidad de suministro de desinfectantes y productos sanitarios hasta 15 veces, donó unas 500 toneladas de productos de limpieza y saneamiento a la comunidad y financió a los empleados de los restaurantes que no pudieron trabajar. Aunque un tercio de su negocio, consistente en restaurantes y alojamientos y se vio gravemente afectado, la empresa siguió protegiendo los salarios de sus empleados.
El fabricante de calzado y ropa deportiva Nike tiene el objetivo de cero emisiones de carbono y cero residuos. Un factor importante para alcanzar sus objetivos son los materiales y su reutilización, ya que representan más del 70% de la huella de cualquier producto. La empresa diseñó un tejido ligero de precisión (Flyknit) con una media del 60% menos de residuos que la fabricación tradicional de la parte superior del calzado y creó un cuero sintético (Flyleather) uniendo al menos un 50% de fibras de cuero recicladas con fibras sintéticas mediante un proceso alimentado por agua. Desde 2008, todas las suelas Nike Air están compuestas por un mínimo del 50% de residuos de fabricación reciclados. Su poliéster reciclado se fabrica a partir de botellas de plástico, se limpia, se tritura en copos, se convierte en pellets y se teje en hilo. Su nylon reciclado se transforma a partir de diversos materiales, como alfombras y redes de pesca usadas. El algodón utilizado en toda su línea de productos está certificado como orgánico o reciclado a partir de 2020, y actualmente la empresa recicla más de 700 toneladas de algodón al año. Todas estas innovaciones y mejoras incrementales culminan en el último modelo de Nike, «Cosmic Unity», que está diseñado con al menos un 25% de material reciclado en peso.
Nuestro último ejemplo es la empresa de servicios públicos NextEra Energy, el mayor operador de energía renovable de Estados Unidos y con sede en la cuarta economía estadounidense, Florida. Desarrolla y construye proyectos de energía solar, eólica, de almacenamiento de energía y de hidrógeno verde para su uso o el de sus clientes, al igual que otras empresas de servicios públicos. La dirección de la empresa tuvo la visión de entrar pronto en las energías renovables aventajándose por ello. A pesar de las importantes inversiones necesarias para esta transición, NextEra, a través de su segmento regulado Florida Power & Light (FPL), ofrece tarifas competitivas con facturas de clientes residenciales aproximadamente un 30% por debajo de la media nacional.
A medida que aprendemos más sobre el impacto del comportamiento humano en el medio ambiente y la sociedad, es evidente que debemos ser conscientes de dónde invertimos. A largo plazo, menos residuos deberían conducir a más beneficios para las empresas. El crecimiento productivo debería venir de la mano de la agrupación de talento diversificada, y sólo las empresas éticas y bien gobernadas gozarán de longevidad. Con la reciente explosión del flujo de información sobre ESG, debemos ser selectivos y objetivos a la hora de evaluar las ideas de inversión utilizando datos subjetivos. Por eso insistimos en hacer nuestro análisis, escuchando en las conferencias de presentación de resultados trimestrales, leyendo los informes anuales de la empresa y revisando la trayectoria de la dirección. A medida que vamos adquiriendo conocimientos y destreza en la evaluación de las empresas en función de la sostenibilidad, también reconocemos que sólo las empresas financieramente sólidas pueden mantener prácticas sostenibles a largo plazo; éste es un punto importante que queremos destacar. Por lo tanto, aunque nuestro embudo de selección está muy abierto en la parte superior para aceptar ideas ESG, menos compañías pasarán por el canal estrecho de la parte inferior porque deben ser tanto sostenibles como fundamentalmente fuertes. Esta metodología ajustada es nuestra respuesta a la pregunta sobre ESG.
Atentamente,
Equipo de Análisis de Noesis